La Semana Santa» celebración extraordinaria
Pero Semana Santa no es únicamente una celebración culminante; es también una celebración con ritos inhabituales. Si la riqueza de los misterios que se celebran en los días santosexige una preparación delespfritu para vivirsucontenido.laextraordinari edad de sus ritos es una segunda razón queexige una adecuada preparación de las celebraciones. La Semana Santa, en efecto, comporta un conjunto de ritos y de cantos peculiares y extraordinarios que ni los ministros están acostumbrados a realizar todos los días ni los fieles contemplan habitualmente. Difícilmente, pues, podrá esperarse una celebración objetivamente digna y subjetivamente fructuosa de la Semana Santa sin dedicar un tiempo suficiente a preparar sus ritos y sus cantos que, por lo menos, algunos, conviene que sean para estos días exclusivos y propios en el sentido más estricto de la palabra.
La preparación de las celebraciones de estos días, por otra parle, debe tener diversos matices: ha de haber una preparación remota que, sobre iodo por lo que se refiere a tos cantos, debería ubicarse a lo largo de la Cuaresma, y una preparación próxima al acercarse cada una de las celebraciones. Hade haber una preparación interior, que ayude a profundizar el sentido de los ritos y la significación de los textos, y una preparación ritual que, llegado el momento, logre un tal desarrollo de los ritos que resulte expresivo -tanto para los ministros que los realizan como para el pueblo que los contempla- sin que la preocupación material sobre los detalles rituales de la celebración absorba el espíritu de los participantes.
Por "ministros" deben entenderse todos cuanto* "sirven" a la celebración: el organista, por ejemplo, o la religiosa que. a falta de ministros, deba llevar el pedestal en que se colocará la cruz después de su adoración o retirar los cojines en que se postran los ministros al inicio de la celebración del Viernes de la muerte del Señor, etc.
Para lograr una celebración distendida y orante de este tipo es necesario que todos los ministros* sepan exactamente de antemano cómo y en que momento se ha de realizar cada rito a fin de que puedan hacerlo todo con naturalidad, sin vacilaciones y con el espíritu atento a "lo invisible, a lo que Cristo hace por obra de su Espíritu, que ciertamente es más importante que lo que hacemos nosotros en los ritos de la litur¬gia". Así los que presiden la celebración deben tener previamente preparado el contenido de las homilías y las moniciones; y los fieles, por su parte, deben conocer los cantos principales, saberpreviamente el porqué de determinadas actitudes: porcjemplo, por qué deben arrodillarse ante la cruz o cómo deben realizar la adoración de la misma. Todo ello exige preparación previa.
Para lograr una celebración distendida y orante de este tipo es necesario que todos los ministros* sepan exactamente de antemano cómo y en que momento se ha de realizar cada rito a fin de que puedan hacerlo todo con naturalidad, sin vacilaciones y con el espíritu atento a "lo invisible, a lo que Cristo hace por obra de su Espíritu, que ciertamente es más importante que lo que hacemos nosotros en los ritos de la litur¬gia". Así los que presiden la celebración deben tener previamente preparado el contenido de las homilías y las moniciones; y los fieles, por su parte, deben conocer los cantos principales, saberpreviamente el porqué de determinadas actitudes: porcjemplo, por qué deben arrodillarse ante la cruz o cómo deben realizar la adoración de la misma. Todo ello exige preparación previa.
Información bibliográfica
Título La celebración de la Semana Santa
Volumen 61 de Dossiers Cpl Series
Autores Aldazábal Larrañaga, José, José Aldazábal
Edición 3
Editor Centro De Pastoral Liturgic, 1994
ISBN 8474672791, 9788474672794
N.º de páginas 154 páginas